Dos hermanas asiáticas comparten más que una cama

La habitación es pequeña así que tienen que aprender a compartir las cosas, por eso todo en ese lugar acaba con una pelea que no es buena para ninguna de las dos. En ese instante tiene que entrar la madre para poder un poco de orden, y además decirles que deben aprender a llevarse mejor si no quiere terminar mal.

Por suerte la escuchan y deciden llevar la relación al siguiente nivel, cuando harán una tijera y tendrán sexo como buenas hermanas que son. Se ve que las palabras de la madre le sirvieron para ablandar su corazón, y también para humedecer sus chochos.