Maduras calientes con ganas de follar en un trio

Esta historia comienza con un agradable día de sol, no había pensando hacer nada en todo el día, y que suerte la mía que eso me llevo a poder terminar teniendo sexo con dos maduras calientes en un trió, siendo un jovencito, que voy a pasarles a relatar. No sin antes decirles que aquellos que no creen en el destino lean mis historias que se sorprenderán, ya que nunca sabes que puede salir de las cosas más simples de la vida.

Yo vivía con dos mujeres muy guapas y con cuerpazos que ni te crees como vecinas. No estaba seguro a que se dedicaban porque siempre las veía salir de noche muy elegantes y volver temprano por la mañana, solo durante la tarde cuando yo llegaba de trabajar las veía tomar sol en la piscina de su casa y nos saludábamos como buenos vecinos que éramos, al menos hasta ese día. Pero esa tarde de sábado yo no tenia ningún plan más que estar en casa y ver quizás alguna película, pero por cosas del destino como ya les hable decidí salir y tomar algo de aire puro. Allí me encuentro a una de ellas, una madura de tetas enormes y de culo más bien gordo. Se podría pensar que era un tanto gordita, pero para mis estándares era más bien rellenita. Ella se había aceitado toda pero no llegaba a algunas de sus partes, por lo que me pidió que la ayudase. Tal era mi cara de sorpresa, ya que nunca imaginaria que una mujer como ella podría pedirme algo como eso, que me costo elegir las palabras pero accedí casi de inmediato. Solo nos separaba una verja que casi es mi perdición cuando en el apuro intento brincarla para ir a socorrerla, por suerte no hice el ridículo lo cual me hubiera costado hasta lo que en ese momento pensaba solo era una oportunidad para poder establecer una relación.

El sol ya se estaba poniendo, y solo quedaban algunos rayos que entorpecía la vista si mirabas hacia donde se alejaba, por eso no veía con claridad hasta que me acerque lo suficiente a ella. Todo lo que les he descrito se multiplico por 10, ella ya no era una simple mujer guapa y sexy, era toda una MILF, o lo que es lo mismo, una madre que me follaría, aunque no sabia si ella tenia hijos o no, pero si que quería empezara procrear con ella en cualquier momento. Casi sin decirme nada me hace señas de que le ayude con una parte muy especial, y colocándose en 4 me invito a que le untara su aceite para broncear en su trasero, eso era como ganarme la lotería. Inmediatamente me puse manos a la obra y le llene su culo grande con abundante loción, algo que poco a poco se fue transformando en mucho más cachondo cuando me pidió si le podía también masajear sus pechos. Que decir de esto lo cual era una autentica locura, y yo era participe y no me quería salir de allí.

Pero las cosas se tornaron aún peor, en el buen sentido de la palabra, cuando me invito a pasar a su casa. Allí dentro se encontraba su amiga, la cual era una rubia despampanante igual que ella, la cual había estado tocándose en la ventana mientras observaba todo lo que en su patio ocurría. Ya nos esperaba en al cama completamente desnuda, esperando que yo me la follara mientras su amiga, la que me sedujo le comía todo su coño depilado. Yo estaba muy caliente, pero nada a comparación de estas maduras que no paraba de gemir con cada cosa que yo les hacía. Y mejor ni hablar de lo que hacia entre ellas, que yo era el principal observador de algunas cosas que estoy seguro de que realizaban durante la noche en la privacidad de su hogar y yo ni me había enterado. Como por ejemplo comerle en 4 patas la vagina a la otra, lo que me daba pie a que yo me la montara en toda regla sin preocuparme de nada. Sus tetas rebotaban contra la cama mientras más intensamente la penetraba, y notaba que se ponía caliente a medida que también usaba este envión para devorar el sexo de la otra. Poco a poco las coas se fueron tornando más confusas en donde no tenia ni idea de lo que estaba ocurriendo solo que estaba follando con mujeres mayores que se encontraban super cachondas, y que estaban dispuesto a hacerme lo que sea con tal de complacerme. Vamos que un autentico gordo de navidad el que me había tocado con estas MILF ardientes. Unas que podríamos llamar culonas y tetonas por lo asombrosos y ricos cuerpos que tenían.

Ya muy tarde y todos estábamos cansados, pero aún quedaba resto como para continuar este polvo, uno que había comenzado cuando la tarde ya estaba apremiando y que se había prolongado entrada la noche. En eso una de ellas, a la que le estaba metiendo mi rabo sin descanso me pide que me corra dentro, yo no lo podía creer, era lo que más me gustaba hacer y esta extraña me lo estaba pidiendo. Ante tamaño ofrecimiento mire a su amiga, que me observaba con cara de zorra usando sus ojos para asegurarme de que eran lo que querían, y que lo querían ya. Entonces deje de contenerme, algo que venia haciendo desde ya hace rato y libere en una gran explosión todo mi semen dentro del coño de una de ellas, quitando mi polla para ver como la otra madurita lamia de este todo el semen que había dejado. El cual no solo estaba caliente por que había salido de dentro mio, sino que se conservaba tibio por estar dentro de una de ellas, con lo cual hacia aún más guarro el asunto de verlas ahí compartiendo mis líquidos, y los de ellas, sin reparo.

La noche después de eso no continuo, pero al menos me dieron sus nombres y me invitaron a que pasara otro día por sus casas, que para ese entonces tendrían preparado un sin fin de cosas para hacerme y me garantizaron que los próximos polvos serian muchos más intensos y calientes que este. ¿Como si pudiera negarme a ese ofrecimiento?

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